¿Te ha ocurrido que tienes mucho sueño? ¿Te sientes cansado y apenas te acuestas a dormir no logras conciliar el sueño? ¿Das vueltas en la cama? ¿Revisas tu celular? Y de pronto te das cuenta que el tiempo voló, son las 3 am. y al otro día aunque despiertes tarde te sientes agotado.
La falta de sueño en cantidad y calidad trae consecuencias a nuestra vida, desde el mal humor hasta repercusiones en la salud, diversos estudios señalan que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y depresión.
Y es que investigaciones actuales han arrojado que dormir es natural y necesario, pues en ese momento se repara el cuerpo. Por ello, al no dormir suficiente se acelera el envejecimiento. Uno de los signos más comunes de dormir mal son las ojeras y es que la zona alrededor de los ojos es especialmente sensible al sueño, la piel es más fina y si no se oxigena con las horas necesarias de descanso se vuelve azulada y pierde elasticidad.
Respecto a las horas de sueño estas varían, pues cada persona tiene un determinado número de horas con el cual se siente bien.
Ahora bien, todos hemos tenido por lo menos un pequeño problema de insomnio, el cual puede venir de causas muy distintas como factores emocionales que derivan en ansiedad y estrés; factores de consumo como algunas medicaciones, café, té, chocolate y otros estimulantes; factores ambientales como la temperatura que dificulta dormir bien (debajo de 15 grados centígrados o arriba de 24 grados centígrados), la luz azul del celular pues provoca una activación en el cerebro que no le permite descansar adecuadamente.
El insomnio ocurre cuando no se logra conciliar el sueño o hay mala calidad en este, como cuando dormimos tarde y despertamos muy temprano, o cuando en el trascurso de la noche despertamos y ya no podemos volver a conciliar el sueño o se tiene intermitencia en los periodos de vigilia y sueño, todo ello genera un desgaste muy grande.
Las siguientes son recomendaciones muy efectivas para minimizar el insomnio.
1. Disminuir la estimulación. Por lo menos una hora y media antes de ir a la cama necesitamos dejar de estimular nuestro cerebro, hacer a un lado el celular y ya no revisar mensajes, redes u otras actividades, quitar esa música que te da energía y en su lugar escuchar música relajante, es decir, evitar cualquier actividad nueva o que te genere energía y más bien hacer actividades pasivas y que no te afecten emocionalmente, leer algo que te relaje, tejer, escribir, etc., necesitas detectar que actividades te relajan pues esto va a depender de cada estilo de persona.
2. Tener la luz adecuada. Tu recamara es el área donde descansas y es importante que la acondiciones de esa manera, la luz amarilla es la ideal pues disminuye la estimulación.
3. Generar hábitos. Al crear una rutina antes de dormir se le empieza a dar al cerebro la señal de que ha
llegado la hora de descansar, por ejemplo bañarse, tomar un vaso de leche, etc.
4. Maneja un horario constante. Dormir y levantarte todos los días a la misma hora programa tu reloj interno
asegurando una mejor calidad y consistencia del sueño.
5. Cena ligero. Evita comidas abundantes antes de dormir y lo que cenes consúmelo de 2 a 3 horas antes de que
empieces a conciliar el sueño.
Estas recomendaciones te ayudarán a dormir mejor, solo es cuestión de voluntad y de habituarse para lograr un descanso sano y reparador. Si implementas estos cambios y aún tienes insomnio, te recomiendo consultar un especialista para encontrar la situación de origen y lograr noches más sanas.
¡La voluntad y constancia generan hábitos que impactarán positivamente en tu vida!
Mis mejores deseos
Janet Delgado González
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